Movilidad articular a los 50: vive con energía y sin límites

Vida Activa

A medida que alcanzamos los 50 años, mantener una buena movilidad articular se vuelve cada vez más importante para disfrutar de una vida activa y plena. En este artículo, exploraremos por qué es crucial cuidar nuestras articulaciones a esta edad y cómo podemos hacerlo de manera efectiva.


¿Por qué es importante cuidar nuestra movilidad articular a los 50?


A los 50 años, nuestro cuerpo ha experimentado décadas de uso y, en algunos casos, desgaste.

  • Las articulaciones, en particular, pueden comenzar a mostrar signos de envejecimiento (1).
  • El cartílago, que actúa como un amortiguador entre los huesos, puede adelgazarse y perder elasticidad con el tiempo.
  • El líquido sinovial, que lubrica las articulaciones, puede volverse menos eficaz en su función.
    A partir de los 30 años, comenzamos a perder masa muscular gradualmente, lo que puede afectar la estabilidad y el soporte de las articulaciones.
  • Especialmente en las mujeres, la disminución de estrógenos (hormonas) durante la menopausia puede afectar la densidad ósea y la salud articular.


¿Cómo podemos cuidar nuestra movilidad articular a los 50?


Cuidando de nuestra alimentación

Calcio y vitamina D: Estos nutrientes trabajan en conjunto para mantener nuestros huesos fuertes. El calcio es un componente estructural de los huesos, mientras que la vitamina D ayuda a su absorción y contribuye al funcionamiento normal de los músculos. Encontramos calcio en lácteos, pescados pequeños con espina, verduras de hoja verde y alimentos enriquecidos. La vitamina D se obtiene principalmente a través de la exposición solar, pero también está presente en pescados grasos, yema de huevo, lácteos y alimentos enriquecidos.

Proteínas: Son esenciales para el mantenimiento de la masa muscular y ósea. Es recomendable incluir fuentes de proteínas en cada comida principal. Las encontramos en carnes magras, pescados, huevos, legumbres y productos lácteos.

Vitamina C: Juega un papel importante en la formación de colágeno, crucial para el funcionamiento normal de huesos y cartílagos. Es abundante en cítricos, fresas, kiwis, pimientos y brócoli.

Manganeso: Este mineral contribuye a la formación y mantenimiento del tejido conectivo y los huesos. El manganeso está presente en frutos secos, cereales integrales, legumbres y alimentos enriquecidos.


Realizando actividad física de forma regular

  • Ejercicios de bajo impacto: Como natación, ciclismo o caminata, que ayudan a fortalecer los músculos sin sobrecargar las articulaciones.
  • Yoga o tai chi: Estas prácticas ayudan a mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza, beneficiando la salud articular.


Manteniendo un peso saludable

Bibliografía


Cristina Lafuente Gómez

Dietista-Nutricionista

Col.num: CAT000257

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